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26 de agosto 2014
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La Clarinada de Antúnez
 

La voz de Cuba

 

Miami, FL – La carta abierta de Antúnez a Raúl Castro constituye sin duda alguna una clarinada de libertad en medio del árido paisaje de la sociedad cubana. Sobre la declaración   y su autor se han deslizado calificativos como “beligerante”, “desafiante”, “intransigente” y “brusca”. Sin embargo, muchos de estos calificadores con frecuencia se refieren a la dictadura militar totalitaria como “Gobierno de Cuba”, al dictador sustituto como “Presidente” y al esperpéntico y sanguinario creador del horror como “Líder”. Al mismo tiempo llueven las sesudas propuestas de “oposición leal” y de acercamientos amables a la dictadura, así como de intentos de vender como muy positivas las “graduales reformas de Raúl”, y consecuentemente con todo ello mostrar el engendro castrista como “normal” o acercándose a la normalidad, por lo que todos deben (en primer lugar Estados Unidos) establecer relaciones cordiales con la tiranía. No se cansan de repetirnos que discursos como el de Antúnez son “obsoletos”, cuando en verdad, Antúnez ve y habla claro: lo obsoleto y putrefacto es la tiranía, lo beligerante, desafiante, intransigente, brusco y criminal es la tiranía.

 

El discurso y la acción de Antúnez se inscriben en lo mejor de la historia de lucha por la libertad de Cuba. Se trata de un llamado a la conciencia de los dubitativos y de los desesperanzados. Y un aviso a la tiranía de que los verdaderos patriotas nunca aceptarán simulacros de reformas ni medias libertades, porque las libertades son completas o no son. Y, por supuesto, una advertencia a quienes puedan estar tramando un remedo del infame Tratado de París, en el cual se desconoció la voz de los cubanos.

 

La voz y la conducta de Antúnez y de miles de cubanos dentro y fuera de Cuba que defienden estas posiciones, es la voz de Cuba. Vendrán ahora algunos con la majadería de que hay que ser “posibilistas” y que el llamado de Antúnez es demasiado radical y poco realista. Pues sí, hay que defender radicalmente la libertad y la democracia. Lo que ciertamente es poco realista es creer en aperturas promovidas por la tiranía. Una vez más tiene razón Martí: “La tiranía tiene solo una forma de dejar de ser, y es desaparecer”. Ese es el mensaje de Antúnez, la voz de Cuba. 

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